Maurice André es un trompetista francés, nacido en 1933 en Alès, una población con tradición minera del sur de Francia. Su figura constituye todo un mito viviente, ya que una gran parte del público musical, especialmente profesionales de la trompeta, lo consideran el mejor trompetista de los últimos tiempos. En la actualidad está prácticamente retirado, aunque aún realiza algunas actividades relacionadas con el mundo de la trompeta, como seminarios y cursos magistrales (uno de los últimos, el de Castellón de la Plana en el 2007), dentro de los límites que le permite su delicado estado de salud actual.
Su vida está bastante difundida en el gremio y forma parte de su mito, ya que corre en boca de muchos trompetistas la maravillosa historia de "aquel niño que abandonó la mina por problemas de salud, que encontró en la trompeta la solución a sus problemas pulmonares...". Estrategias publicitarias al margen, lo que sí es cierto es que su vida, llena de grandes noches de concierto de gloria bien merecidas, pero también con épocas difíciles marcadas por la desgracia personal, ha marcado muy distintivamente las diferentes etapas que su carrera artística ha atravesado.
Si hay una palabra que define el estilo de hacer música de Maurice André, esa es calidad. Y calidad en todos los sentidos:
1. Calidad técnica, ya que Maurice es figura relevante de nuestros tiempos en el avance de la técnica de la trompeta, basándose en gran parte de las corrientes rusas y estadounidenses (igualmente de origen ruso) de finales del siglo XIX. Estas técnicas dotaban al instrumento de la potencia que no había tenido hasta bien entrado el siglo XX. Él conjuga esta aspecto técnico -del cual ha sido nº1 indiscutible, hasta que su salud le ha ido mermando en facultades-, con un...
2. estilo personal de hacer música, de gran musicalidad y naturalidad al mismo tiempo, que goza de una gran admiración y seguimiento en todo el mundo.
Este estilo característico, que él mismo ha identificado con la Escuela Francesa, ha suscitado la creación por sus discípulos de una serie de "filiales" en el extranjero seguidoras de este estilo musical. Entre ellas se encuentra la Escuela Española, que atraviesa hoy día un período de expansión, gracias al trabajo que cuenta ya con unas cuantas décadas de actividad, desarrollado por los precursores de dicha actividad. Entre ellos se encuentran antiguos alumnos de Maurice que fueron en su día a estudiar al Conservatorio de París, y que son hoy día responsables de los conservatorios más importantes en España. Cabe destacar la enorme tarea desarrollada al respecto por el trompetista valenciano Leopoldo Vidal, compañero de estudios de Maurice André en París teniendo como profesor al gran Raymond Sabarich, formador de varias generaciones brillantes de trompetistas españoles. El legado que ha dejado ya Maurice André a la trompeta, y a la comunidad musical en general, es enorme y muy valioso. Él constituye la referencia ineludible de los trompetistas que se encuentran en este principio de siglo XXI en primera línea en todo el mundo. Su producción artística y las intensas actividades pedagógicas desarrolladas en toda su carrera, le hacen merecedor de respeto y admiración.